Tabla de contenidos
ToggleCuando se piensa en una reforma integral, es común imaginar obras largas, escombros y estructuras tradicionales con ladrillo. Pero hay una alternativa que cada vez gana más terreno en el mundo de las reformas: el pladur. Su versatilidad, rapidez de instalación y buenos resultados lo han convertido en un material de referencia. En este artículo explicamos por qué las reformas integrales con pladur son una opción interesante para renovar una vivienda completa.

Qué es el pladur y por qué se usa en reformas
El pladur es una placa compuesta por yeso laminado entre dos capas de cartón. Se instala sobre una estructura metálica y se puede usar tanto en tabiques como en techos o trasdosados. A diferencia de los sistemas tradicionales de obra, el pladur no requiere ladrillos ni morteros. Esto se traduce en obras más limpias y rápidas.
Se usa en reformas integrales por varias razones. En primer lugar, permite una redistribución del espacio sin grandes complicaciones. Si se quiere dividir una estancia, ampliar un salón o crear un vestidor, el pladur ofrece soluciones sin las molestias típicas de la albañilería. También se adapta bien a instalaciones eléctricas o de fontanería, ya que permite el paso de cables y tuberías en su interior sin necesidad de hacer rozas.
En viviendas donde cada día cuenta, optar por pladur puede suponer una gran diferencia. No solo acorta los tiempos de ejecución, sino que también reduce el polvo y los residuos generados. Por eso, cada vez más empresas de reformas lo proponen como una solución práctica y eficiente.
Ventajas de las reformas integrales con pladur
Uno de los motivos por los que muchas personas eligen las reformas integrales con pladur es su rapidez de instalación. Frente a la obra húmeda tradicional, este material seco se monta en poco tiempo y está listo para pintar o empapelar sin esperas. Esto facilita la planificación y acorta el plazo de entrega de la reforma.
Además, el pladur es un buen aislante térmico y acústico si se combina con materiales adecuados en el interior de la estructura. En una reforma integral, donde se busca mejorar la eficiencia energética y el confort, esto supone una ventaja notable. Por ejemplo, al colocar lana mineral entre las placas se consigue un aislamiento eficiente sin aumentar el grosor de los tabiques.
También destaca por su acabado liso, que permite obtener paredes y techos con una apariencia moderna sin necesidad de enfoscados. Esto reduce costes y simplifica el trabajo de pintura. Por otro lado, al ser un material ligero, no sobrecarga la estructura de la vivienda, lo que lo convierte en una opción interesante para edificios antiguos o con limitaciones técnicas.
Por último, las reformas integrales con pladur permite una gran variedad de diseños. Se pueden crear estanterías integradas, nichos decorativos, falsos techos con iluminación indirecta o incluso revestimientos curvos. Esto abre muchas posibilidades en la renovación del hogar, especialmente si se busca un diseño contemporáneo.
Tipos de estructuras que se pueden crear con pladur
Las reformas integrales con pladur no se limitan a levantar paredes. Este material se emplea para múltiples elementos estructurales y decorativos. Por ejemplo, los falsos techos con pladur no solo ocultan instalaciones, también ayudan a mejorar la acústica o integrar iluminación empotrada. Son comunes en salones, cocinas o baños.
Otro uso habitual son los trasdosados, que consisten en colocar pladur directamente sobre las paredes existentes para mejorar el aislamiento o corregir imperfecciones. Esta técnica es útil en viviendas con muros antiguos o en mal estado. Además, permite renovar sin demoler, lo cual reduce el tiempo de obra y la generación de escombros.
También se pueden construir estanterías a medida, muebles de obra, cabeceros de cama o zonas de almacenamiento empotradas. En estos casos, el pladur actúa como base para crear soluciones personalizadas y adaptadas a las necesidades de cada hogar. Su facilidad de corte y manipulación lo convierte en un recurso ideal para dar forma a los espacios.
Incluso los baños y cocinas pueden beneficiarse del pladur, siempre que se utilicen placas específicas resistentes a la humedad. Estas placas están preparadas para soportar ambientes húmedos sin deteriorarse, lo que permite renovar estas zonas sin renunciar a la estética ni a la funcionalidad.
Diferencias entre pladur y otros materiales de obra
A la hora de reformar, es común preguntarse si el pladur puede sustituir al ladrillo tradicional. Aunque no son exactamente equivalentes, en muchos casos el pladur ofrece ventajas claras. Por ejemplo, su instalación no requiere mortero, lo que evita tiempos de secado. Esto permite avanzar más rápido en la obra y reducir el impacto en la vida diaria.
Otra diferencia es el peso. Las estructuras de pladur son mucho más ligeras que las de ladrillo, lo que es importante en edificios antiguos o en viviendas con limitaciones estructurales. Además, el pladur es más fácil de modificar. Si más adelante se quiere cambiar la distribución de la casa, retirar un tabique de pladur es más sencillo que derribar uno de obra.
También hay diferencias en el comportamiento térmico y acústico. Aunque el ladrillo tiene una buena masa térmica, el pladur puede igualar o incluso mejorar el aislamiento si se combina con materiales adecuados. En términos de acústica, el pladur puede ofrecer mejores resultados al evitar la transmisión de vibraciones, siempre que se instale correctamente.
Desde el punto de vista estético, el pladur ofrece un acabado más liso y uniforme. Esto facilita la decoración posterior y reduce los trabajos de alisado o reparación. Por otro lado, el ladrillo puede ser más resistente a impactos fuertes, pero en un uso normal de vivienda, el pladur ofrece suficiente solidez para el día a día.
Cómo se integra el pladur en una reforma completa
Una reforma integral con pladur no significa que toda la vivienda se haga solo con este material, sino que se utiliza en las zonas donde ofrece más ventajas. Por ejemplo, se puede emplear para redistribuir espacios interiores, revestir techos, mejorar el aislamiento o dar forma a elementos decorativos. En combinación con otros materiales, se logran reformas equilibradas y funcionales.
El proceso empieza con un estudio de la vivienda. Se analiza qué zonas se pueden modificar, qué elementos estructurales existen y cómo se pueden integrar las nuevas particiones. Una vez definido el diseño, se procede a montar las estructuras metálicas sobre las que se fijarán las placas de pladur. A partir de ahí, se instalan las instalaciones eléctricas, fontanería o climatización, aprovechando el espacio interior de las estructuras.
Después se colocan las placas, se encintan las juntas y se aplica una pasta especial para obtener un acabado liso. Este paso es clave para que las superficies queden listas para pintar o revestir. Finalmente, se instalan puertas, interruptores, luminarias y demás elementos de acabado.
En comparación con los sistemas tradicionales, este proceso es más limpio y menos invasivo. Por eso, muchas personas optan por el pladur cuando quieren reformar sin sufrir las incomodidades de una obra convencional.
En Reformaplus contamos con un equipo especializado en reformas integrales con pladur en Madrid. Nuestro objetivo es ofrecer soluciones funcionales, estéticas y duraderas, adaptadas a cada cliente. Sabemos que cada vivienda es única y por eso proponemos diseños personalizados con materiales que optimicen el confort y el ahorro energético.